viernes, 27 de noviembre de 2015

INTRODUCCIÓN

Por CLÀUDIA GURÍ MORENO

¡Bienvenidos!
En este blog vamos a hablar de las alteraciones del metabolismo lipídico y nos centraremos en el caso de pacientes que padecen obesidad. 
Para empezar, debemos saber que las moléculas a las que llamamos lípidos, presentan una gran variedad de estructuras que, sin embargo, comparten una característica que es el hecho de que todas son anfipáticas, es decir, contienen grupos polares que son afines al agua (hidrófilos) y se sitúan en la cabeza de la molécula; y grupos no polares (hidrófobos), situados en la cola de la misma. Así pues, los lípidos resultan solubles en disolventes orgánicos apolares (como sería el cloroformo), pero no en agua. 
Estas moléculas cumplen con una función principalmente de reserva, aunque también tienen funciones reguladoras y estructurales. 
Esquema del sistema endocrino en el hombre (izquierda)
y en la mujer (derecha).
Cabe destacar que la mayor parte de los lípidos que se hallan en nuestro organismo se encuentra en forma de triglicéridos, constituyendo de un 5 a un 25% de nuestro peso. La mayor parte de esta grasa se almacena en el tejido adiposo. 
En cuanto al sistema endocrino, hay que puntualizar que es uno de los principales sistemas que nuestro cuerpo utiliza para controlar, comunicar y ordenar la actividad del organismo. Este sistema trabaja simultáneamente con otros dos sistemas (el nervioso y el reproductivo) además de con órganos como los riñones y el hígado, sin olvidar su cooperación con la grasa, para que mantengamos adecuadamente los niveles de energía del cuerpo; los procesos de reproducción, crecimiento y desarrollo; la homeostasis y las condiciones ambientales (temperatura, estrés y lesiones). 
El sistema endocrino se compone de siete glándulas principales:  

GLÁNDULA PINEAL

También llamada epífisis, es una glándula de secreción interna que forma parte del techo del diencéfalo. Es productora de melatonina, producida a partir de serotonina. Es sensible a la luz, por lo cual está relacionada con la regulación de los ciclos de vigilia y sueño. Cabe destacar que se une a la retina mediante el ganglio cervical y el núcleo supraquiasmático hipotalámico. Su función principal es convertir la información lumínica en secreción hormonal. 


HIPOTÁLAMO 

Está situado en el centro de la base del cerebro, formado por un grupo de células nerviosas. Sirve de nexo entre el sistema nervioso autónomo y el sistema endocrino. 
Su función es regular las funciones de la hipófisis; asimismo, también se encarga de integrar y asegurar respuestas adecuadas a los estímulos como el hambre, la sed, el insomnio o el sueño. Además, tiene un rol destacable en la regulación de mecanismos involuntarios del cuerpo como son la temperatura, el impulso sexual y, en el caso de las mujeres, la menstruación. 

HIPÓFISIS (o glándula pituitaria)

Localizada en la depresión del hueso esferoidal (silla turca), está anclada al hipotálamo y se encarga de coordinar el sistema nervioso y el sistema endocrino. Consta, a su vez, de dos glándulas: una anterior, llamada adenohipófisis; y otra posterior, que recibe el nombre de neurohipófisis. Una de las hormonas más importantes que secreta es la hormona del crecimiento (GH). Esta hormona regula el crecimiento ajustando la cantidad de nutrientes recibidos por las células. Además, es una hormona que colabora con la insulina en el control de azúcar en sangre.  



GLÁNDULA TIROIDES
Se encuentra fuera de la cavidad corporal, en el cuello, bajo la laringe. Su función es secretar tiroxina y calcitonina. La primera, afecta a la tasa de crecimiento y al metabolismo de las células de nuestro cuerpo; la segunda, disminuye la cantidad de calcio en sangre para evitar hipercalcemias.


GLÁNDULA PARATIROIDES
Son cuatro glándulas pequeñas que se incrustan en la parte posterior de la tiroides. Producen una hormona llamada parathormona, que regula el nivel de calcio y fósforo en los huesos y en la sangre. Cabe señalar que tiende a aumentar la concentración de calcio en sangre, lo que incrementa la descomposición ósea; por tanto tiene un efecto opuesto a la calcitonina que secreta la tiroides. 
Una hipercalcemia o una picocalcemia pueden alterar el funcionamiento normal de nuestros músculos y nervios. 


TIMO 
Se sitúa sobre el corazón y cumple con la función de desarrollar linfocitos, por lo que tiene un rol fundamental en el desarrollo de la inmunidad ante diversas enfermedades. 
Se cree que sintetiza una hormona llamada factor humoral del timo (THF), que actúa sobre los linfocitos, haciendo que los linfocitos B se conviertan en células plásticas que forman anticuerpos. 


PÁNCREAS
Es una glándula endocrina y exocrina; por tanto, cumple con una doble función: 
  • Endocrina = controlar la cantidad de azúcar en sangre (islotes de Langerhans). 
  • Exocrina = producir jugos digestivos que serán liberados al intestino a través del conducto pancreático. 


GÓNADAS
OVARIOS
Estructuras pares situadas a ambos lados del útero. Los folículos ováricos producen óvulos y segregan unas hormonas necesarias para el desarrollo de los órganos reproductores y de las características sexuales secundarias llamadas estrógenos. También elaboran relaciona, que actúa sobre los ligamentos de la pelvis y el cuello del útero, provocando su relajación durante el parto. 
TESTÍCULOS


Cuerpos ovoideos suspendidos en el escroto. Contienen células de Leydig, responsables de la producción de andróginos. Su secreción más importante es la testosterona, que estimula el crecimiento de los caracteres sexuales secundarios, influye en el crecimiento de la próstata y de las vesículas seminales. Los testículos contienen también células productoras de esperma. 





BIBLIOGRAFÍA/WEBGRAFÍA









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