domingo, 1 de noviembre de 2015

LA HIPERCOLESTEROLEMIA

Por PAULA VEGA GARCÍA

Una de las más importantes alteraciones en el metabolismo de los lípidos que podemos nombrar es la hipercolesterolemia.

¿Qué es el colesterol?

El colesterol es un lípido que se encuentra en los tejidos y en la sangre. Es clave para el organismo, ya que cumple varias funciones, tales como ser precursor de la bilis, la vitamina D y múltiples hormonas como las sexuales. Además forma parte de las membranas celulares y las mantiene.

Hay dos tipos de colesterol, el LDL (Low Density Lipoprotein), donde las lipoproteínas que lo transportan lo llevan desde el hígado a los tejidos que lo necesitan, y también el HDL (High Density Lipoprotein), donde las lipoproteínas que lo transportan lo llevan de vuelta al hígado. Generalmente se catalogan respectivamente como "colesterol bueno" y "colesterol malo", ya que, aunque ambos tienen una función, el "malo" o LDL puede adherirse a las arterias formando placas.


Niveles normales de colesterol en sangre:

Valores de colesterol por encima de lo recomendado perjudican seriamente la salud. Actualmente, los valores de colesterol adecuados para un buen funcionamiento del organismo son:

1) Colesterol total:
*Normal: menos de 200 mg/dl
*Normal-alto: 200-240 mg/dl
*Alto: más de 240 mg/dl

2) Colesterol LDL:
*Normal: menos de 100 mg/dl
*Normal-alto: 100-160 mg/dl
*Alto: por encima de 160 mg/dl

3) Colesterol HDL: 
*Normal: superior a 35 mg/dl en el hombre y superior a 40 mg/dl en la mujer.


Tipos de hipercolesterolemia:

Hay varios tipos de hipercolesterolemia según la causa que la produce:

1) Primaria: se relaciona con factores genéticos o alteraciones a nivel de transporte de colesterol en sangre, donde también influyen los factores ambientales como dieta, ejercicio, etc...

2) Secundaria: el incremento de los niveles de colesterol se relaciona con enfermedades hepáticas, endocrinas y renales.

3) Familiar: es una enfermedad hereditaria autosómica dominante debido a más de 700 mutaciones que afectan al gen receptor de LDL-colesterol. Afecta al 50% de la descendencia y es la enfermedad monogénica más frecuente en la especie humana. Estos pacientes tienen LDL el doble o triple que la población general, entre 190-400 mg/dl. Está íntimamente ligada al desarrollo de EC.

4) Poligénica: son la mayoría, en las que el colesterol oscila entre 240-350 mg/dl. Los genes interaccionan con factores ambientales y contribuyen a la hipercolesterolemia. Está ligado a la dieta con elevada cantidad de grasas saturadas y colesterol alimentario y escasa actividad física.

5) Familiar combinada: es una hipercolesterolemia con hipertrigliceridemia. Los niveles de colesterol están entre 250-300 mg/dl. No se sabe si la causa se debe a factores genéticos y no hay rasgos clínicos para poder diagnosticarla.



Complicaciones de la hipercolesterolemia:

La principal consecuencia es el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Muchos estudios han demostrado que las EC son más frecuentes en países con niveles séricos de colesterol elevados. Además, la hipercolesterolemia está ligada íntimamente a la aterosclerosis, una alteración degenerativa que afecta a las arterias, en las que se forman placas o depósitos de diversos lípidos, en especial colesterol, proteínas y sales de calcio, que obstruyen parcialmente los vasos y provocan falta de riego.

Si la falta de riego se da en arterias coronarias que irrigan el corazón se puede producir una angina de pecho o infarto de miocardio. Si se produce en las arterias cerebrales son frecuentes las hemorragias y trombosis cerebrales. En el caso de las extremidades puede favorecer la gangrena de un miembro y en el peor de los casos su amputación. Además, la aterosclerosis provoca aneurismas o dilataciones excesivas de la aorta, que pueden provocar su ruptura.


Tratamiento de la hipercolesterolemia:

El objetivo del tratamiento es reducir el riesgo de cardiopatía. Las personas que heredan solo una copia del gen defectuoso de sus padres pueden responder bien a los cambios con dieta y ejercicio.

El primer paso es modificar la dieta, lo cual incluye una reducción de la grasa que se ingiere, de manera que sea menos del 30% de las calorías totales, de las que solo un 10% pueden ser saturadas y el colesterol dietético a menos de 300 mg/día. En ese sentido, la dieta mediterránea es la recomendada por la Sociedad Española de Cardiología. 

En cuanto al tratamiento farmacológico podemos decir que suele consistir en resinas, ácido nicotínico y/o estatinas.


BIBLIOGRAFÍA/WEBGRAFÍA




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